Y
cuando la tarde ya declinaba en el horizonte con las ultimas luces
del día, las nubes oscuras que encapotaban el cielo y la fría brisa
que sacudía la superficie del océano como compañeras, fue cuando
llegamos al final.
-
Así... que de esta manera es como termina todo, ¿verdad? - Dijo
ella, buscando agarrarse a su mano por miedo de hundirse de repente
en las profundidades de aquellas aguas.
-
Exacto, este es el fin de nuestro mundo... pero tranquila, nos
volveremos a encontrar. - Le aseguró él, y apretándose las manos
con fuerza, dieron sus últimos pasos hacia el ocaso.

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