domingo, 13 de octubre de 2013

Esencia.

Poco a poco, con el paso del tiempo que avanza inexorable sin descanso alguno, acabamos por ver mucho más allá de lo que siempre hemos tenido ante nuestros ojos. Comprendemos que en innumerables ocasiones no hemos tenido más remedio que equivocarnos, que caernos y volver a levantarnos. Que a medida que avanzamos estamos más dispuestos a no vivir por nosotros, si no por las personas que realmente merecen que se viva por ellas. Esas con la maravillosa habilidad de de cubrir con fragmentos de luz cualquier oscuridad y convertirlo en algo nuevo, algo que sin saberlo siempre habíamos estado buscando y esperando. Algo único. Especial.

Muchos son los sentimientos que, personalmente, se agolpan en mi cabeza mientras la lluvia cae más allá de la ventana, dándole a la noche el pequeño toque de melancolía que acompaña a estas palabras. Palabras que posiblemente no sean leídas hasta mucho después de ser escritas, pero que hasta ellas mismas saben por quien deben ser pronunciadas. Por quien las escribo.
Quiero desvanecerme, desaparecer sin tan siquiera dejar una estela de mis pasos. No por ningún descontento o por alguna razón que me obligue a ello. Simplemente porque necesito escapar de un perseguidor que no existe. Porque necesito ver y experimentar como eres capaz de hacerme sentir como soy realmente.

Poco a poco, me voy disolviendo como arrastrado por el viento igual que el que arrastra la lluvia que cae más allá de la ventana. Voy dirigiéndome a donde sé que tengo que estar.

¿Quieres venir conmigo?   


No hay comentarios:

Publicar un comentario